martes, 18 de mayo de 2010

En una tarde fría, con un viento que llama a recogerse junto al calor del hogar, espero impaciente.
Hoy es un día de esos en los que, como cuando eras pequeño y esperabas los regalos del día de Reyes, aguardas mirando a tavés de la ventana.
Pero hoy, la ventana es la de un local, el del lugar donde van a reunirse un grupo de personas, un grupo de Amigos.
Me distraigo ante la pantalla del ordenador en el que me deleito con las hermosas formas de una pipa de espuma de mar, cuando al levantar la vista, mis ojos ven una mirada franca y una sonrisa de alguien en quien te reconoces, en quien confías y que se aceca a estrechar mi mano, como mi padre decía lo hacen los hombres: con afecto y determinación.
A partir de ese momento, tras ser el saludo del Presidente de Pipalba, todos se suceden de mismo modo, con sonrisas pacíficas y afables...parece como algo irreal, própio de una narración de un cuento antiguo de hombres que se reunen buscando su Grial.
Pienso en los tópicos, en los clubes de otras aficiones con disensiones, en los grupos en los que las diferencias son insalvables y me pregunto qué es lo que lleva a este grupo humano a hacer un ejercicio de unión personal.
El perfume de las labores, los comentarios sobre las pipas, preguntar por las familias, las risas y repentinamente se produce un silencio mágico: Once Amigos que con cara de Felicidad, de satisfacción se comunican con el placer de acompañarse entre la neblina plena de aromas variados.
Todos iguales, todos diferentes y un solo objetivo: Disfrutar la Vida compartiendo.
Hemos encontrado ese Grial, está dentro de nuestros corazones, en la generosidad del Ser Humano, en lo mejor de cada uno.
Seguiremos disfrutando, seguiremos creciendo como Personas.

1 comentario:

  1. Muy buena entranda, querido Balkan. Plena de acierto en la descripción de las reuniones del querido Club, que dejo de serlo para ser reuniones de Amigos, como escribes con mayúsculas. Insiste. Enhorabuena

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